La eficacia en cuanto a la ventilación y la termorregulación de sus estructuras hacen que las termitas sean objeto de estudio por parte de los expertos en el campo.
Las habilidades de los animales pueden llegar a sorprendernos. Es el caso de las termitas, cuyas avanzadas estructuras arquitectónicas han servido de inspiración para el desarrollo de edificios y llaman ampliamente la atención en la comunidad científica.
Una reciente investigación, científicos del Imperial College de Londres, la Universidad de Nottingham y el CNRS-Toulouse combinaron imágenes de rayos X multiescala con simulaciones de campo de flujo tridimensionales para investigar el impacto del diseño arquitectónico de las paredes de nido en el intercambio de CO2, el transporte de calor y el drenaje del agua.
De esta forma, descubrieron que las paredes del nido tienen micro poros grandes y pequeños que permiten un buen aislamiento térmico y un rápido drenaje del agua de lluvia, lo que permite una buena ventilación y estabilidad. Estas propiedades de temperatura y ventilación autosostenidas han sido una motivación clave para diseñar edificios ecológicos.
Un ejemplo de ello, es el edificio Eastgate de Harare, en Zimbabwe, que se basa en un sistema similar de rejillas de ventilación bien ubicadas dentro de elaborados ductos, grupos de chimeneas altas que intercambian calor y paneles solares. Los ductos canalizan el aire a través del edificio, mientras que las chimeneas extraen el calor de los ocupantes y la maquinaria durante el día, ventilando y enfriando el edificio después del anochecer.
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