La historia de Caroline Duddridge, una mujer británica de 64 años, se dio a conocer recientemente debido a que ella siempre se encargaba de los gastos de la cena navideña por lo que comenzó a cobrar a sus hijos para que pudieran comer en las fiestas.
La mujer decidió un ajustar los precios los cuales se encontraban entre 30 euros para adultos, 10 euros para las hijas, mientras los nietos de cinco años pagaban 5 euros y los más pequeños entre 2 y 5 euros, cantidad que debían abonar antes de la cena.
Sin embargo, en estas fiestas subió los precios a las chicas a 2 euros más. Mientras que usuarios la criticaron por cobrarle más a las mujeres. Entonces explicó que sus hijos trabajan a tiempo completo mientras sus hijas a tiempo parcial, pero aún así decidió cambiarlos.
«He subido los precios de las chicas (este año) en 2 euros porque la gente me criticó un poco diciendo que estaba siendo sexista, aunque no es que escuche a la opinión pública en particular».
Aunque con esta práctica podrán reunirse y compartir, pero los que no cubran la cuota únicamente no pueden asistir a la noche especial.