El Gobierno alemán justificó este lunes los controles fronterizos con República Checa y Austria por la covid, pese a las fuertes retenciones y las críticas de países vecinos y asociaciones empresariales.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, calificó en una rueda de prensa ordinaria de «muy importante» y «extraordinaria» esta medida para mantener la «evolución positiva» de la pandemia en Alemania.
«El Gobierno alemán tenía que actuar», defendió el portavoz.
Además, subrayó que no se trata de un cierre fronterizo, sino de «controles temporales», levantados como «última medida» para tratar de que «las variantes no se propaguen» por Alemania» como está sucediendo en «algunos países vecinos».
Alemania controla sus fronteras terrestres con estos dos países desde el domingo, lo que ha limitado la libre circulación dentro de la zona Schengen y afectado a la actividad económica y las relaciones políticas.
Austria ha criticado la medida, considerando que ya quedó demostrado la pasada primavera que este tipo de pasos no son efectivos a nivel sanitario y tienen graves repercusiones económicas y sociales.
Medios alemanes informaron este lunes de que el embajador alemán en Viena, Ralf Beste, fue llamado al Ministerio austríaco de Exteriores el domingo por este motivo.
Esta mañana, el atasco en la frontera de la autopista 17, que conecta Praga con Dresde (este de Alemania), superaba el kilómetro, según la policía local, que estimaba plazos de espera para los damnificados de varias horas.
La Cámara de Industria y Comercio de Dresde protestó no tanto por los controles como por el poco tiempo que habían tenido las empresas para buscar alternativas.
Uno de los sectores más afectados es el automovilístico alemán, con importantes suministradores más allá de la frontera. No obstante, Volkswagen, Audi y BMW aseguraron este lunes en sendos comunicados que la producción no se había visto alterada por los controles.
Medios alemanes apuntaron este lunes que también sería posible que en los próximos días se instalasen controles en la frontera con Francia por la propagación de las mutaciones en las regiones colindantes, algo que el Gobierno alemán asegura que por el momento no está previsto.
Con la entrada en vigor de los controles en la medianoche del sábado al domingo solo pueden ingresar en Alemania a través de esas fronteras ciudadanos alemanes o con residencia fija en el país, trabajadores trasnacionales y personal sanitario, junto con los transportistas de mercancías.