Veterinarios del gobierno británico sacrificaron el martes a Gerónimo, una alpaca de ocho años cuya sentencia de muerte por ser portador de tuberculosis bovina llegó a los medios internacionales y enfrentó a defensores de animales contra el Estado.
El personal veterinario, que llegó acompañado de una escolta policial, rodeo a Gerónimo. En Shepherds Close Farm, antes de trasladar al animal a un remolque a un lugar no revelado, en Inglaterra.
Las imágenes recorrieron todo el Reino Unido mostrando al personal veterinario con trajes azules, máscaras y gafas protectoras, llegando a la granja al oeste de Inglaterra. La escena fue presenciada por activistas y periodistas que acamparon en la granja con la promesa de detener la matanza.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales confirmó que el animal fue sacrificado.
Según su dueña, Helen Macdonald, argumentó que las pruebas de resultados positivos eran falsas; luchó por obtener una tercera prueba. Sin embargo, a principios de este mes un juez superior rechazó la solicitud de detener la orden de muerte.
Esta terrible enfermedad puede devastar ganados y afectar a los ingresos agrícolas. Gran Bretaña ha sacrificado animales, por ejemplo tejones, desde hace más de una década.
En 2020 se sacrificaron alrededor de 27,000 miembros del ganado, según el gobierno británico.
“Esta es una situación terriblemente triste y nuestras condolencias permanecen con todos los afectados por esta devastadora enfermedad”, expresó Christine Middlesmiss, directora veterinaria del Reino Unido.
“Nadie quiere sacrificar animales infectados si se puede evitar. Pero debemos seguir la evidencia científica y sacrificar a los animales que dieron positivo en bTB para minimizar la propagación de esta insidiosa enfermedad”, añadió.