Un terremoto de magnitud 7 ocurrió en la costa de California, con epicentro en Petrolia, al norte de San Francisco. El sismo fue seguido por una réplica de 5.8 y varios temblores menores, sin víctimas mortales, pero con daños materiales.
El Sistema de Alerta de Tsunamis inicialmente emitió una alerta, pero fue cancelada tras determinar que no había peligro de tsunami. Las autoridades lograron tranquilizar a la población costera.
A pesar de la cancelación de la alerta, los equipos de emergencia siguen evaluando los daños, y monitorean el área debido a las réplicas que se registraron poco después del fuerte terremoto.
California continúa siendo una zona sísmica activa, y las autoridades insisten en la importancia de estar preparados ante futuros eventos sísmicos. Además, en redes sociales se muestran las imágenes de los momentos de angustia que vivieron los residentes del país norteamericano.