Los muertos por el corrimiento de tierra ocurrido el domingo en el noreste de Nepal se elevan ya a catorce, según avanzan las operaciones de rescate, y a diecisiete la cifra de desaparecidos, informaron hoy las autoridades.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del domingo en Dhumthang, a unos 200 kilómetros al este de Katmandú en el distrito de Sindhupalchok, donde un corrimiento de rocas, tierra y escombros de grandes proporciones sepultó dos asentamientos.
El oficial jefe de ese distrito, Umesh Kumar Dhakal, explicó a Efe que la gran cantidad de escombros acumulados en el lugar ha dificultado la labores de los equipos de rescate, los cuales hoy recuperaron tres cuerpos más, con lo que el número de fallecidos aumenta a catorce.
Las operaciones de rescate, que podrían prolongarse durante varios días, requerirán además del uso de excavadoras para remover el lodo y las rocas, detalló Dhakal.
El corrimiento, que destrozó al menos una veintena de viviendas y obligó a más de cincuenta familias a instalarse en refugios, puede estar relacionado con el debilitamiento de una masa de tierra a causa del devastador terremoto de 2015, y las lluvias provocaron su desplazamiento.
«Necesitamos una investigación geológica adecuada para determinar con precisión si la recurrencia de deslizamientos de tierra en Sindhupalchok se debe a las masas de tierra debilitadas por el terremoto de 2015 y sus réplicas. Hemos comenzado el estudio», dijo.
Lo ocurrido el domingo ha hecho sonar las alarmas en otros 250 asentamientos que necesitan una reubicación urgente, ya que se encuentran sobre tierras frágiles, la mayoría de ellos en laderas.
El distrito de Sindhupalchok, una de las zonas más afectadas por el seísmo de abril de 2015, que mató a casi 9.000 personas en Nepal, sufre frecuentes deslizamientos de tierra.
El pasado 14 de agosto, diecinueve personas fallecieron en otro hecho similar en el distrito.
La temporada de lluvias asociada al monzón afecta habitualmente a Nepal desde comienzos de junio hasta finales de septiembre.
El monzón suele causar todos los años más de un centenar de muertes en el país, pero este año las precipitaciones han sido particularmente fuertes y han dejado más de 300 fallecidos. EFE