La Corte de Constitucionalidad de Guatemala otorgó ayer un amparo provisional para impedir que cobre efecto la solicitud de la Canciller, Sandra Jovel, del retiro del embajador sueco, Anders Kompass.
La Corte estableció en su resolución, la cual no fue unánime, que debe ser el presidente, Jimmy Morales, «quien en ejercicio de sus facultades legalmente establecidas, reconduzca conforme los principios del Derecho Internacional, las relaciones diplomáticas con el Reino de Suecia en cuanto a la solicitud del retiro del embajador».
El portavoz del Constitucional, Santiago Palomo Vila, indicó en conferencia de prensa que a favor del amparo provisional votaron los magistrados Bonerge Mejía, Francisco de Mata Vela y Gloria Porras, mientras que el magistrado Neftaly Aldana y la presidenta del ente, Dina Ochoa votaron en contra de otorgar el amparo.
Ochoa razonó su voto indicando que el acto de la Canciller «no prejuzga sobre la idoneidad» del embajador Kompass.
La acción había sido interpuesta ante el máximo tribunal constitucional por la activista Helen Mack y el abogado Alfonso Carrillo, en el sentido de que no debía haber sido la canciller quien hiciera la solicitud, pues le corresponde a Morales la solicitud de cambio, «debido a que él tiene la competencia de manejar las relaciones internacionales», además de que «el poder no es delegable».
Los magistrados del Constitucional establecieron que la decisión del Gobierno, al no hacerla por la vía correcta, «pueden colocar en riesgo las relaciones de política internacional del Estado de Guatemala«.
El Ejecutivo guatemalteco anunció la segunda semana de mayo que había solicitado la retirada de este diplomático y de su homóloga venezolana, Elena Alicia Salcedo, por injerencia, aunque contra el embajador sueco la Cancillería anunció este lunes que si no se retira estudiarán la posibilidad de declararlo «non grato».
La carta que Jovel envió a su homóloga sueca, Margot Wallstrom, con fecha del 2 de mayo, hace referencia a una nota previa, del 11 de enero, en la que la canciller guatemalteca ya había expresado su molestia por el actuar de Kompass.
«Guatemala ve con preocupación las actuaciones que ha realizado el Embajador Kompass durante el breve tiempo de su estadía en el país, las cuales continúan afectando las excelentes relaciones político-diplomáticas entre Guatemala y Suecia», redactó Jovel en su misiva.
La canciller hacía referencia a un comentario de Kompass que realizó el pasado 11 de enero, cuando anunció una donación del Reino de Suecia a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) de 9 millones de dólares para el período 2017-2019, en la que hizo referencia a la corrupción arraigada en el sistema.
«Es cierto que (decir que) la cultura es mala no es muy lejos de decir que la gente es mala y no creo que sea correcto. Ni tan poco un buen incentivo para alcanzar los cambios. Por eso es más correcto decir que el problema son las instituciones públicas y disfuncionales y no la gente», aseguraba Kompass.
En este mismo sentido, concluía que «esto en otras palabras exige una medicina fuerte y creo que en Guatemala esa medicina se llama Cicig». ACAN-EFE
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