Dame Maggie Smith, célebre actriz famosa por sus papeles en Harry Potter y Downton Abbey, falleció este 27 de septiembre a los 89 años. La triste noticia fue anunciada por sus hijos, Toby Stephens y Chris Larkin, a través de un comunicado que ha sido difundido por medios de todo el mundo.
El deceso de la icónica actriz ha conmocionado tanto a los seguidores de la saga de Harry Potter como a aquellos que admiraban su extensa carrera artística. El comunicado especifica que la actriz británica falleció «en paz» en un hospital en Londres sin dar más detalles.
«Ella deja dos hijos y cinco nietos amorosos que están devastados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela», dijeron en un comunicado emitido a través de la publicista Clair Dobbs.
Una batalla contra el cáncer
En 2008, cuando Maggie Smith tenía 74 años y se encontraba filmando Harry Potter y el Misterio del Príncipe, fue diagnosticada con cáncer. En varias entrevistas, la actriz habló abiertamente sobre la dura batalla que enfrentó y lo debilitante que fue el tratamiento con quimioterapia.
«Perdí mi cabello, pero no me importaba usar peluca. La quimioterapia me hacía sentir terriblemente enferma, y hubo momentos en los que pensé que no podría soportarlo. El cáncer es horrible. Nunca había experimentado algo así y lloré mucho», confesó en 2010.
A pesar de lo mucho que sufrió con los efectos secundarios de los tratamientos, que describió como peores que la propia enfermedad, Smith nunca dejó de trabajar. Además, en 1988, fue diagnosticada con la enfermedad de Graves-Basedow, lo que la obligó a someterse a un año de tratamiento con radioterapia y una cirugía ocular.