El 30 de julio es el día en que rendimos homenaje a uno de los postres más apreciados y versátiles del mundo: la tarta de queso. Este día es perfecto para disfrutar de una porción de este delicioso manjar, que cuenta con una historia rica y variada. También es la ocasión ideal para explorar algunas de las mejores recetas que se han creado a lo largo de los años.
La tarta de queso, también conocida como cheesecake, tiene sus raíces en la Antigua Grecia. Durante los Juegos Olímpicos, se ofrecía a los atletas como una fuente de energía. Con el paso del tiempo, este delicioso postre se extendió por Europa y finalmente llegó a América, donde fue perfeccionado y alcanzó una gran popularidad.
En realidad, existen muchas versiones y variaciones de este delicioso postre alrededor del mundo, cada una con su toque único. Aquí te presentamos la receta de la tarta de queso clásica, ideal para compartir una tarde con amigos o para sorprender a tu pareja.
Ingredientes:
- 1 barra (100 gramos) de mantequilla, derretida
- 1 paquete (170 gramos) de galletas Marías, trituradas
- 3 huevos
- 1 lata (387 gramos) de leche condensada
- 1 lata (360 gramos) de leche evaporada
- 1 barra (190 gramos) de queso crema, a temperatura ambiente.
Preparación:
- Precalienta el horno a 180 ºC (350 ºF).
- Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla uniforme. Cubre el fondo y los lados de un molde para pie con esta mezcla.
- Licúa los huevos, la leche evaporada, la leche condensada y el queso crema. Vierte esta mezcla sobre la base de galletas en el molde.
- Cubre el molde con papel aluminio y hornea el pie durante 50 a 60 minutos, o hasta que un palillo salga limpio.
- Saca del horno y deja enfriar durante 2 horas. Refrigera por lo menos 6 horas antes de servir.