El Día Mundial de las Personas de Talla Baja se celebra para concienciar sobre las dificultades y barreras que enfrentan las personas con esta condición genética, la cual afecta el crecimiento de los huesos, resultando en una estatura significativamente más baja que el promedio.
Entre los desafíos que afrontan estas personas se encuentran la discriminación y la estigmatización, especialmente en áreas como la educación y el empleo. Asimismo, suelen enfrentarse a burlas o rechazo social debido a su apariencia física, lo que puede afectar negativamente su calidad de vida.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que una persona es de talla baja si, siendo mayor de 25 años, su estatura es inferior a 1.30 metros.
¿Cómo podemos relacionarnos con una persona de talla baja?
- Tratarla como a cualquier otra persona: Recordar que tienen los mismos derechos, intereses y capacidades que los demás.
- Utilizar un lenguaje respetuoso: Evita términos como “enanos”, ya que pueden ser considerados ofensivos. En su lugar, emplea “personas de talla baja”.
- No hacer suposiciones sobre sus habilidades: Las personas de talla baja pueden desempeñar sus actividades cotidianas de manera normal, sin necesidad de que se asuma que requieren ayuda.
- Incluirlas en eventos: Asegúrate de que el entorno físico sea accesible y cómodo, para que puedan participar plenamente en cualquier actividad o evento.
- Educar o corregir con respeto cuando sea necesario: Si es preciso corregir algún comportamiento, hazlo de manera respetuosa para evitar que la persona se sienta incómoda.
Estas acciones pueden facilitar una interacción más agradable y contribuir a crear un entorno inclusivo, donde las personas de talla baja se sientan aceptadas y valoradas.