Al menos un estudiante y el conductor de un autobús universitario murieron y seis profesores resultaron heridos este martes en un supuesto ataque talibán contra el vehículo, que portaba un logo del centro educativo, en el norte de Afganistán.
El ataque tuvo lugar hacia las 8.40 (4.10 GMT) a unos 15 kilómetros de Pul-e-Khumri, capital de la provincia de Baghlan, cuando los profesores y estudiantes se dirigían a la universidad, afirmó a Efe el portavoz regional de la Policía, Javid Basharat.
«Los combatientes talibanes tendieron una emboscada al autobús universitario y abrieron fuego, causando dos muertos y seis heridos», explicó el portavoz, que aclaró que los fallecidos son el conductor y un estudiante, y los heridos son profesores del centro, que se encuentran ya bajo tratamiento en un hospital.
Según Basharat, el autobús transportaba a diario a profesores universitarios y estudiantes por esa ruta y tenía un logo muy visible de la universidad para diferenciarse de los vehículos gubernamentales, algo que, añadió, no importa a los insurgentes, que atacan de manera indiscriminada.
Los talibanes, sin embargo, negaron las acusaciones.
«El ataque al autobús universitario en Pul-e-Khumri Baghlan no tiene nada que ver con los combatientes del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes). Condenamos el ataque y lo consideramos una maquinación enemiga», subrayó en Twitter el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid.
ATAQUES SELECTIVOS
Este suceso es el último de una serie de ataques selectivos contra civiles afganos en áreas urbanas, que se producen sobre todo desde la firma del histórico acuerdo en Doha en febrero del año pasado entre Estados Unidos y los talibanes.
La mayoría de las víctimas de estos ataques son civiles, incluidos activistas de derechos humanos, intelectuales y periodistas, en muchos casos mujeres.
Kabul ha culpado siempre a los talibanes de estar detrás de estos ataques selectivos, pero los insurgentes lo niegan, y afirman que es una artimaña de las autoridades afganas para desprestigiar al movimiento talibán.
Por su parte, la organización Human Rights Watch (HRW) condenó hoy en un comunicado estos ataques selectivos, que calificó de «aparentes crímenes de guerra».
«Un aumento reciente de asesinatos selectivos parece buscar alejar a las mujeres de la vida pública», afirmó la directora para Asia de HRW, Patricia Gossman, que añadió que los atacantes «también persiguen a periodistas, activistas (…) matando a muchos, expulsando a otros del país, mientras el resto vive con miedo».
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU también condenó «el alarmante» número de estos asesinatos de civiles en Afganistán y pidió «poner fin de inmediato a estos ataques selectivos» y que se lleve a los culpables ante la justicia.
Además expresó su preocupación de que estos ataques se hayan intensificado en los últimos meses, después del inicio de las conversaciones intraafganas el pasado septiembre en Doha entre el Gobierno afgano y los talibanes, y subrayó que el diálogo y un alto el fuego permanente es la única vía para alcanzar la paz. EFE