Se anunciaba el infierno en París, pero sólo lo hubo en las gradas, en el humo de las bengalas de una afición del París Saint-Germain que creyó inflamar a su equipo con fuego, pero que se vio apagado por un templado Real Madrid, que antepuso calma al asalto que le anunciaban (1-2) para poner rumbo a cuartos de la Liga de Campeones.
Tras el 3-1 de la ida, un gol de Cristiano Ronaldo en el minuto 51 y otro de Casemiro en el 80 dieron a los blancos la victoria en la vuelta de los octavos contra un PSG en el que marcó el uruguayo Edinson Cavani y al que el italiano Marco Verratti dejó con uno menos para la última media hora.