El exdiputado guatemalteco Mario Gerardo Yáñez fue condenado a tres años de cárcel por tráfico de influencias, tras declararse culpable de pedir la apertura de plazas «fantasmas» en un ministerio, pero no cumplirá la pena en prisión.
A través de un procedimiento abreviado, la jueza Silvia de León, titular del Juzgado Sexto de Primera Instancia Penal, dictó la sentencia, aunque a petición de la defensa la «suspendió» con la condición de que Yáñez no cometa ningún delito en los próximos tres años, tiempo durante el cual tampoco podrá ejercer cargos públicos.
El exdiputado confesó haber pedido la apertura de cargos «fantasmas» en el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) durante el Gobierno de Otto Pérez Molina (2012-2015), quien está en prisión preventiva por varios casos de corrupción.
Según la investigación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP-Fiscalía), Yáñez, del opositor Libertad Democrática Renovada (Lider), presionó al entonces titular de la cartera, Edgar Rodríguez, y le entregó una lista con los nombres de personas que serían empleadas por el ministerio, aunque en realidad no ocuparían esas plazas y luego se las arreglarían directamente con el diputado.
Las conversaciones entre el exdiputado y el ahora exministro quedaron grabadas y formaron parte de la investigación en este caso, por el que el pasado mes de mayo también se condenó al excongresista Luis Adolfo Chávez Pérez, tras declararse culpable de haber presionado para que se ejecutaran proyectos de manera ilegal con fondos del ministerio.
El exparlamentario, también de Lider, fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por tres años. EFE