La Federación belga de fútbol cree que el origen del contagio de 14 de sus 22 futbolistas de la selección nacional Sub17, a los que se suman tres miembros del equipo técnico, se encuentra en el desplazamiento en autobús de los jugadores de Bélgica a Alemania.
«Como muchos jugadores y miembros del personal han sido infectados, pensamos que la propagación tuvo lugar en el autobús de camino a Alemania. Ahí, todos se sientan juntos durante tres horas en una habitación cerrada», declaró al diario flamenco «Het Nieuwblad», Philippe Rosier, miembro de la Federación belga de fútbol.
Los belgas se enfrentaron contra la Sub17 alemana el jueves pasado en dos encuentros amistosos de 45 minutos. Pero el partido que debía de disputarse el sábado se suspendió tras la aparición de los dos primeros casos en el equipo belga, a los que siguieron otros 15 positivos.
La selección alemana también decidió suspender los dos encuentros de preparación que debía de disputar este lunes contra Luxemburgo, pese a que ninguno de los efectivos germanos a dado positivo.
«Lo que ha pasado es de una mala suerte brutal. No podemos determinar la causa de la infección. No sabemos si fue un jugador del Genk, del Brujas o del Anderlecht. Todo lo que sabemos es que se trata de una superdispersión», agregó Philippe Rosier.
Según el diario «Het Belang van Limburg», sólo uno de los jugadores ha presentado algo de fiebre mientras que el resto de los contagiados no ha notado síntomas de Covid-19 por el momento. El equipo más afectado es el Genk, pues siete de los positivos son de su plantilla.
Los miembros de la delegación belga han regresado ya a su país en régimen de aislamiento y la federación ha lamentado la situación, «especialmente para los padres de los niños afectados».
«Habíamos tomado todas las medidas para que no ocurriera y hemos sido muy severos con los protocolos», agregó Rosier en declaraciones a la radiotelevisión pública «RTBF».
Los jugadores y el equipo técnico fueron sometidos a pruebas de coronavirus al llegar a la concentración con la selección el domingo 30 de agosto y ninguno dio positivo. Y el martes 1 de septiembre partieron en autobús hacia Alemania, donde jugaron el jueves.
«Un jugador comenzó a sentir síntomas el viernes por la mañana. Se aisló a todo el mundo y se hicieron pruebas, agregó Rogir, quien señaló que la federación está analizando con virólogos si el brote pudo producirse «durante el trayecto en autobús».
«Es el único sitio en el que estuvieron todos juntos en un espacio cerrado», añadió el responsable de la federación, que aseguró que los jóvenes futbolistas llevaban mascarilla durante el desplazamiento y se lavaron las manos antes y después, por lo que cree que el virus pudo esparcirse mientras comían o bebían.
La situación podría «en teoría» reproducirse entre los jugadores de la selección absoluta, concedió Rosier, aunque lo ve menos probable porque a los futbolistas de la máxima categoría se les practica un test cada dos días y están alojados solos en el hotel de concentración en Tubize, al sur de Bruselas.
Con información de Efe