La India despidió este lunes a los 22 miembros de las fuerzas de seguridad que fallecieron el pasado sábado durante un ataque de la guerrilla maoísta en uno de sus bastiones en el estado de Chhattisgarh, en el este del país, en uno de los peores incidentes perpetrados por este grupo.
«En nombre del Gobierno indio, del país, del primer ministro, Narendra Modi, rindo homenaje a (…) los mártires», manifestó el ministro del Interior, Amit Shah, durante la ceremonia de despedida en Jagdalpur, en la región de Bastar, lugar que desde hace décadas es sinónimo de la lucha contra la guerrilla maoísta en la India.
Durante el acto, Shah destacó que este «sacrificio no será en vano», y que aunque durante los últimos años la lucha contra el movimiento maoísta había alcanzado ya «una etapa decisiva», tras este incidente se incrementará la presión contra la guerrilla.
«Este desafortunado incidente nos ha servido para avanzar aún más» en esta lucha contra los naxalitas, subrayó.
El movimiento naxalita, denominado así porque nació tras una revuelta en la aldea bengalí de Naxalbari en 1967, busca imponer una revolución agraria de corte maoísta y continúa activo tras medio siglo de operaciones sobre todo en el llamado «cinturón rojo», una franja de territorio que recorre el centro y el este de la India.
El ataque se produjo «en uno de los principales bastiones de los naxalitas», durante una operación de las fuerzas de seguridad contra la insurgencia maoísta en el distrito de Bijapur, explicó a los medios el jefe de Gobierno de Chhattisgarh, Bhupesh Baghel.
El 2 de abril, durante una operación contra la guerrilla maoísta, más de 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad de cinco campamentos diferentes se habían adentrado en estas zonas boscosas, a unos 60 kilómetros del cuartel general del distrito.
Hasta que el sábado ocurrió la emboscada maoísta contra una de las cinco divisiones desplegadas, que la forman unos 400 miembros de las fuerzas de seguridad.
«Atacaron mientras permanecían ocultos, pero nuestras tropas contraatacaron con valentía», añadió Baghel, que explicó que el combate «se prologó durante 4 horas» con todo tipo de artillería, incluidos lanzagranadas.
El sábado localizaron en esa zona cinco cadáveres de miembros de las fuerzas de seguridad, y el domingo otros 17, mientras se desconoce el número de víctimas entre las filas maoístas.
El de este fin de semana es uno de los peores ataques de los últimos años. En 2019, al menos 16 personas, la mayoría policías, murieron al explotar una mina colocada por guerrilleros maoístas al paso del vehículo en el que viajaban en el oeste de la India y en 2017 murieron 25 policías tras sufrir una emboscada en Chhattisgarh.
Según datos del Portal de Terrorismo del Sur de Asia, el pasado año se produjeron en la India 239 muertes en incidentes relacionados con los maoístas (61 de ellos civiles, 44 miembros de las fuerzas de seguridad y 134 guerrilleros), unas cifras que alcanzaron en 2010 los 1.179 fallecidos, entre ellos 630 civiles. EFE