Tras la muerte de su padre en 2009, comenzaron los pensamientos suicidas. «Siempre dicen que el tiempo cura, pero en realidad no lo hace. Sólo terminas acostumbrándote», explicó. «Perdí la única cosa que más me importaba. (…) Así que, de ahora en adelante, nada malo puede suceder. (…) Lo siento conmigo todo el tiempo», agregó.