El narcotraficante guatemalteco Eduardo Cano fue condenado la madrugada de este martes a 372 años y 8 meses de prisión tras ser hallado culpable de 13 asesinatos, entre ellos los de nueve agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) en 2013.
El Tribunal B de Mayor Riesgo encontró culpable a Cano, conocido con el alias de «Guayo», de liderar la estructura que el 13 de junio de 2013 asesinó a los ocho agentes en la subestación de la Policía en el municipio de Salcajá, en el departamento occidental de Quetzaltenango.
Ese mismo día, el grupo secuestró al subcomisario César Augusto García y su cadáver desmembrado fue localizado seis días después a ocho kilómetros de distancia de la masacre.
En una de las escuchas reproducidas por la Fiscalía durante el juicio, Cano aseguró que la matanza fue en venganza por el robo de 740.000 dólares que le atribuyó a los policías asesinados.
El narcotraficante fue encontrado culpable de 13 asesinatos, uno en grado de tentativa, asociación ilícita, robo, y tráfico y almacenamiento de drogas.
Cano, quien escuchó la sentencia por videoconferencia en la prisión de Mariscal Zavala donde está recluido, fue detenido el 4 de octubre de 2013 en Tuxtla Gutiérrez (México), y deportado a Guatemala.
Otros 21 integrantes de la organización liderada por Cano fueron condenados a penas de prisión de entre 6 y 225 años por diferentes delitos
efe