Un Juzgado de Guatemala decidió este lunes que nueve inmuebles y ocho vehículos vinculados al narcotraficante salvadoreño Jorge Ernesto Ulloa Sibrían, condenado en su país a 77 años de cárcel, pasen a favor del Estado.
Con base en las pesquisas documentadas por la Unidad de Extinción de Dominio adscrita a la Fiscalía contra el Lavado de Dinero u Otros Activos del Ministerio Público (MP), la judicatura especializada en el tema decretó la acción de extinción a favor del Estado guatemalteco.
Los bienes fueron propiedad del narcotraficante salvadoreño Ulloa Sibrían, quien fue extraditado y condenado a 77 años de prisión en su país, en donde es conocido con el sobrenombre de «el repollo».
Los bienes inmuebles son un apartamento con tres plazas de aparcamiento ubicado en un exclusivo edificio de la zona 10 de la capital, otra propiedad en la hacienda Vista al Mar (Jutiapa), una en Fraijanes y otra en unos residenciales de Santa Catarina Pinula, y dos inmuebles en el municipio de Jocotenango, en el departamento de Sacatepéquez.
La suma de las propiedades está valorada en un millón de dólares mientras que los vehículos se cree que tendrían un precio de unos 260.000 dólares.
Ulloa Sibrían fue detenido en Guatemala el 15 de marzo de 2013 y un día después de su captura la judicatura autorizó su extradición a El Salvador.
Un juzgado salvadoreño condenó al supuesto narcotraficante, vinculado con el cártel mexicano de Sinaola, en noviembre de 2014 por cuatro casos de tráfico internacional de estupefacientes, los cuales se dieron en Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y El Salvador desde 1998.
Según la justicia salvadoreña, Ulloa Sibrián era el líder de una organización criminal dedicada a cometer delitos relacionados con el tráfico de drogas, para lo que contaba con diversos miembros que cumplían una función específica para hacer funcional el «aparataje criminal».
Guatemala, un país clave para el paso de droga, rompió su récord histórico de incautación de cocaína en 2018, cuando la Fiscalía decomisó 17.897 kilogramos, 4.458 kilos más que en 2017, con el apoyo del Ejército, la Policía Nacional Civil y las fuerzas armadas de Estados Unidos.
El Triángulo Norte en Centroamérica -formado por El Salvador, Guatemala y Honduras- es una de las zonas más mortíferas del mundo y una de las áreas en las que las pandillas intervienen en el narcotráfico, tráfico y trata de personas, contrabando de cigarrillos y extorsiones trasnacionales.
El 2017, el 90 por ciento de la cocaína que llegó al mercado de Estados Unidos, el mayor consumidor de esta droga en el mundo, pasó por el corredor centroamericano, según el informe anual del Gobierno estadounidense sobre narcotráfico en el mundo. EFE