El Real Madrid dio un paso de gigante de cara a su clasificación, ya se verá si de forma directa o jugando un playoff, para los octavos de final de la Champions League. Los de Ancelotti llegaban sobre el alambre a Bérgamo, donde esperaba el líder de la Serie A, un Atalanta que no perdía desde el mes de septiembre. Pero el campeón de Europa puso fin a la racha de los de Gasperini sacando a relucir su gen ganador, esa cualidad que le lleva a sobrevivir donde el resto de equipos suelen sucumbir.
El comienzo fue esperanzador, con un Madrid saliendo a mandar y con un Kylian Mbappé afilado y que encontró puerta a los diez minutos. El delantero parisino, que se tuvo que retirar a los 35 minutos, recordó a esa versión letal que todo el madridismo ansia con ver. Recibió un pase perfecto de Brahim entre líneas y en dos toques se orientó ante Carnesecchi y fusiló al portero italiano.
Todo parecía funcionar en el Madrid, pero la Atalanta, a base de insistencia, fue igualando el partido. Lookman comenzó a generar peligro y todo cambió a los 35 minutos. Mbappé pedía el cambio, otra lesión y un palo para un Madrid que parecía tener controlada la primera parte
La recuperación del Madrid
No hay partido sencillo para los de Ancelotti esta temporada. En la última jugada de la primera parte, ya en el descuento, Tchouaméni tocó a Pasalic y el colegiado no lo dudó. El penalti lo transformó de forma magistral De Ketelaere para poner las tablas antes de enfilar el descanso.
Se le presentaba un calvario al Madrid en la segunda parte: sin Mbappé, con Vinícius aún a medio gas y con la Atalanta oliendo sangre. Pero el fútbol, como tantas veces, es inescrutable. Cuando parecía más cerca el segundo de los italiano, dos zarpazos de Vinícius y Bellingham -el inglés sigue creciendo y acercándose a esa versión majestuosa de la primera parte de la temporada pasada- mandaron a los italianos a la lona.
Cualquiera se habría rendido, pero no esta Atalanta. Lookman, incansable durante toda la segunda parte, insistió hasta que encontró el gol con algo menos de media hora por delante.
Se rearmó el Real Madrid para sobrevivir al arreón final y firmar una victoria que es oro puro para el actual campeón. Thibaut Courtois le negó el gol a Mateo Retegui con una firme mano en el primer palo y el pichichi de la Liga italiana tuvo el empate en la última jugada.