A principios de diciembre la revista de música The Fader eligió a ‘The Race’ del rapero estadounidense Tay-K como la mejor canción del 2017. La publicación se basó en la popularidad de la canción en la Red y en opiniones de críticos que elogiaron el increíble realismo de la letra y la manera franca de actuar del joven rapero.
¿Talento desperdiciado?
Tay-K, cuyo nombre real es Taymor Travon McIntyre, tiene solo 17 años y el éxito de su canción puede considerarse como un gran logro, si no fuera por una cosa: actualmente el rapero se enfrenta a la pena de muerte por varios crímenes.
Los críticos de la revista The Fader, en un epílogo para su ‘top’ de los mejores temas, han explicado que intencionadamente no mencionan a algunos músicos, ya que «la generación de clics para sus obras equivale a complicidad con sus crímenes». No obstante, esto no les impidió elegir a la canción de Tay-K como la mejor del año.
El video de ‘The Race’, que tiene más de 96 millones de visualizaciones en YouTube, fue publicado el 30 de junio y ese mismo día el rapero fue detenido por la Policía.
Para ese momento Tay-K llevaba huyendo de la justicia 3 meses y en el video aparece posando cerca de sus anuncios de búsqueda. Además, se jacta de sus armas y, en general, elimina los límites entre la realidad y la creatividad.
Un camino espinoso hasta la gloria
Los padres del joven rapero son miembros de la extensa comunidad criminal afroamericana Crips. Durante la mayor parte de la infancia de Tay-K su padre estuvo en prisión. Cuando salió, la familia se mudó a Arlington, Texas.
Allí, Tay-K a los 14 años comenzó su cuestionable carrera musical tras organizar un grupo llamado ‘Daytona Boyz’ junto con sus dos amigos apodados ‘Pimpyz’ y ‘Santana Sage’. Actualmente, los tres se enfrentan a cargos por asesinatos.
Infeliz año nuevo
A finales del 2015, el trío fue invitado a actuar en una fiesta de Año Nuevo en Denton. Al acabar, los raperos salieron del evento en un todoterreno. En un semáforo alcanzaron el coche de la estudiante Sarah Mutschlechner, de 20 años, que salió de la misa fiesta.
La joven recibió una bala en la cabeza cuando se negó a conocer a ‘Santana Sage’, quien estaba al volante. Tay-K quedó libre de cargos, ya que estaba en el asiento trasero.
Segunda oportunidad
Pareciera que el destino le quiso dar una segunda oportunidad al rapero, sin embargo no la aprovechó. Cuatro meses después, al cumplir 16 años, participó en un robo con asesinato.
Fue puesto bajo arresto domiciliario, mientras el juez decidía si juzgarlo como adulto (en este caso podría ser condenado a pena de muerte) o como menor de edad. Tay-K no esperó a la decisión: unos días antes del veredicto, cortó el brazalete electrónico y huyó.
Pronto cometió otro asesinato y un ataque contra un jubilado de 65 años, que lo identificó mediante una fotografía.
«Voy a disparar, está escrito en mi cara»
Estando en búsqueda McIntyre viajó a Nueva Jersey, donde filmó el video de ‘The Race’. En la canción, el rapero recuerda a su amigo encarcelado ‘Pimpyz’, y dice que es mejor no meterse con él, y describe su actuar: «Voy a disparar, perra, sin hablar, voy a disparar, está escrito en mi cara».
El video apareció en la Red con la etiqueta #FREETAYK. En SoundCloud, la canción se convirtió en la segunda del ‘ranking’ de escuchas. Docenas de músicos eminentes grabaron remixes para ‘The Race’, y #FREETAYK se difundió en las redes sociales, apoyada por usuarios y músicos.
Esta vez el rapero será juzgado como adulto y se enfrenta a la pena de muerte. Sin embargo, el caso fue pospuesto indefinidamente por falta de pruebas. Según el abogado de Tay-K, su cliente es optimista e incluso prometió dejar de robar, si le liberan. Y mientras tanto, desde prisión Tay-K grabó su primer álbum: ‘Santana World’.