Los guatemaltecos Juan Reyes y Lester Martínez practican un deporte rudo pero noble.
En ese cuadrilátero en el que todos se despojan de sus miedos, apenas el juez indica el final salen a flote hasta las lágrimas del más fuerte y eso fue lo que les pasó.
Reyes y Martínez lloraron luego de ganar cada uno la medalla de oro en el boxeo de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Cuando llegaron junto con su delegación a Barranquilla no eran los favoritos y la mayoría de las apuestas estaban con los experimentados y casi siempre ganadores cubanos o con los colombianos por su ventaja de pelear como locales.
Mientras Reyes, en la categoría gallo (57kg) tuvo que dejar en el camino al mexicano Alan de la Cruz y al salvadoreño Christian Jiménez antes de verse en la final con el colombiano John Martínez, en el peso medio (75kg) Martínez primero tuvo que deshacerse del panameño Luis Carlos Hernández y el puertorriqueño Luis Rodríguez, para enfrentarse en la final al campeón olímpico, mundial y panamericano, el cubano Arlén López.
Las dos representantes del equipo ‘chapín’ ganaron sus finales en combates bastante cerrados, con un 3-2 en las tarjetas de los jueces, y a ambos se les quebró la voz y por sus mejillas corrieron lágrimas de emoción cuando, ante la nube de periodistas, explicaban los pormenores de sus triunfos.
«Gracias a Dios la victoria fue para nosotros. Esto significa mucho para mí y ojalá me siga abriendo puertas en el boxeo, porque no todos los días se le puede ganar a un campeón olímpico y campeón mundial», dijo Martínez, quien exultante recordó que en dos ocasiones anteriores se había enfrentado con López y en ambas había perdido.
Para Martínez el triunfo es producto de una preparación fuerte. «Gracias a Dios la victoria fue para nosotros y tuvimos el resultado esperado, dándole las medallas y una gran satisfacción a Guatemala«.
Mientras a sus 22 años para Martínez esta medalla es un paso más de lo que espera sea una destacada carrera en esta disciplina, para Reyes, de 27 años, el oro obtenido en los Centroamericanos y del Caribe es una realidad con la que había soñado durante mucho tiempo.
«Este triunfo es un sueño hecho realidad, una meta cumplida en mi carrera boxística. Ya tengo casi doce años practicando el boxeo y ahora pienso en participar en los Juegos Olímpicos, y por qué no, ganar una medalla, porque todavía me quedan un par de años más», declaró Reyes.
Al igual que Martínez, Reyes lloró al recordar a su hijo Cristian Juan, de seis años, quien desde Guatemala ha seguido con emoción todas sus peleas en los Centroamericanos y del Caribe.
«Se me salieron unas lágrimas de la emoción al escuchar el resultado, ya que estábamos peleando con el local y mi entrenador me había dicho en la esquina que la pelea era mía, en la que desde el primer round estuvimos de tú a tú en los golpes con el colombiano», anotó el peleador centroamericano.
Sobre la intensidad de la pelea con John Martínez, y que se vio reflejada en las magulladuras de su rostro, Reyes bromeó al afirmar que estas «son solo caricias del boxeo». EFE