Un estudio realizo en la Universidad de Johns Hopkins, determinó que el silencio puede escucharse y son ilusiones auditivas que revelan como los momentos en los que no existe un sonido se distorsiona en el cerebro de las personas.
A través de nuestro cerebro trabaja de una forma diferente que contribuye a la sustitución de sonidos. Durante los siete experimentos realizados el silencio es una forma de distorsiones temporales análogas a las ilusiones producidas.
Asimismo, con el silencio podemos desarrollar prácticas de meditación o ser tomado en cuenta como una forma de creatividad. Sin embargo, en algunos casos puede ser liberador o reflejar la opresión.
En la música que escuchamos día a día, el silencio es un elemento que puede generar emociones y varias personas pueden percibir los silencios de forma literal, por lo que no es posible que exista un momento totalmente sin ningún sonido.