Apple apeló la multa de 13 mil millones de Euros (USD 14.000 millones) que le impone pagar la Unión Europea en conceptos de impuestos atrasados. Para la compañía esta sanción «va en contra de la realidad y el sentido común».
Se trata de un caso emblemático de la lucha del bloque europeo contra los tratos fiscales que favorecen a las grandes multinacionales.
Irlanda, cuya economía se ha beneficiado de las inversiones de empresas multinacionales atraídas por las bajas tasas impositivas, también ha impugnado la decisión de la Comisión.
Apple también acusó a la Comisión de utilizar sus competencias para luchar contra las ayudas estatales «con el fin de modificar las legislaciones nacionales», de intentar cambiar en la práctica el sistema fiscal internacional y, al mismo tiempo, de crear inseguridad jurídica para las empresas.
Los argumentos de Apple ante el Tribunal General se presentan después de que el ejecutivo de la UE en 2016 dijera que el gigante tecnológico se benefició de una ayuda estatal ilegal debido a dos sentencias fiscales irlandesas que redujeron artificialmente su carga tributaria durante más de dos décadas.