Todo se basa en un dato básico del funcionamiento de Spotify, que le permitió progresar en los últimos años en acuerdo con las discográficas: el pago de derechos de autor a los autores y titulares de derechos de las canciones que escuchan los usuarios. La plataforma paga, como mínimo, $0,004 dólares al autor por cada reproducción de su canción en el sistema.