El Gobierno danés anunció este miércoles que a partir de la próxima semana podrán reabrir las tiendas en todo el país y que se reanudará la enseñanza presencial de forma parcial en las escuelas de las zonas con menor incidencia.
Los establecimientos minoristas de menos de 5.000 metros cuadrados podrán abrir sus puertas de nuevo, aunque con restricciones al número de clientes, y se permitirán las actividades deportivas y asociativas en exteriores de hasta 25 personas.
Las instituciones culturales de exteriores podrán funcionar de nuevo, pero se exigirá en la entrada presentar un test de coronavirus negativo realizado como mucho 72 horas antes.
El resto de restricciones vigentes desde diciembre, cuando se decretó el cierre de la actividad económica, se prolongará hasta el 5 de abril, lo que afecta a institutos, universidades, gimnasios, peluquerías, piscinas, teatros, cines, la restauración y la vida nocturna.
Las escuelas, que reabrieron a principios de mes para alumnos de hasta quinto curso, seguirán cerradas para el resto, aunque en las regiones con una menor incidencia se permitirá la enseñanza presencial para el último curso, obligando a hacerse dos test semanales.
En la isla báltica de Borhnolm la reapertura de las escuelas será total desde el lunes y clínicas de fisioterapia y peluquerías podrán abrir también de nuevo.
El levantamiento de restricciones es fruto de un acuerdo entre el Gobierno socialdemócrata y sus tres aliados de centroizquierda.
«El plan se basa en las recomendaciones de los expertos, aunque hay alguna incertidumbre en los cálculos. Si hay opción de una mayor apertura, estaremos listos para discutirlo con los otros partidos», dijo en rueda de prensa el ministro de Sanidad, Magnus Heunicke.
UN RIESGO «CALCULADO»
De acuerdo con las proyecciones del Instituto de Serología, órgano de referencia para epidemias en Dinamarca, el levantamiento de estas restricciones supondrá que el número de ingresos hospitalarios por pacientes de covid-19 se doblará en abril.
De acuerdo con los últimos datos presentados la semana pasada por el Centro Europeo para Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), Dinamarca tenía la cuarta menor tasa de incidencia de nuevos casos en Europa en los 14 días anteriores, con 100,28.
Pero el crecimiento de la presencia de la variante B 1.1.7., detectada por primera vez en el Reino Unido y que ya supone más de la mitad del total de casos en Dinamarca, hace que las autoridades danesas hayan optado por una reapertura lenta y más prudente, lo que la primera ministra, Mette Frederiksen, definió este martes como «un riesgo calculado».
Dinamarca ha registrado hasta ahora 2.343 muertos por covid-19, con una tasa de mortalidad de 40,43 por 100.000 habitantes, una cifra baja en el contexto europeo, aunque tres veces más que Finlandia y Noruega y un tercio menor a la de Suecia, el país más afectado entre los nórdicos. EFE