Por sí mismo eso es repulsivo, pero el polvo a menudo contiene algo mucho más siniestro que la suciedad. «En realidad está lleno de sustancias químicas tóxicas que salen de nuestros productos cotidianos y materiales de construcción», dice Veena Singla, una científica del programa de salud del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales. Singla, junto con sus colaboradores, se dieron cuenta de que, aunque se habían hecho muchos estudios sobre el polvo, nadie lo había examinado de manera exhaustiva. Así que hicieron un estudio de revisión. Encontraron que el polvo a menudo contiene sustancias químicas tales como perfluoroalquilo y sustancias polifluoroalquílicas (PFAS), retardantes de llama, ftalatos y fragancias. Los compuestos del polvo pueden variar un poco dependiendo de qué tipos de productos haya en las casas, pero diez productos químicos en particular se hallaron en el 90 por ciento de los hogares en donde se realizaron las pruebas.