«El láser hace heridas microscópicas en el tejido vaginal», dice el doctor Streicher, explicando que esta tecnología se usa también en otras partes del cuerpo, como para el rejuvenecimiento con láser cosmético. «Las heridas son mínimas, no se necesita anestesia. No hay dolor. Pero cuando el láser emite el pequeño rayo, los propios mecanismos para curar heridas del cuerpo comienzan a funcionar, y aumenta la producción de colágeno, formando nuevos vasos sanguíneos. Como resultado, obtienes la restauración del revestimiento vaginal».