Según un artículo publicado en el diario Chem, los investigadores han creado con éxito una prueba que puede detectar el alcohol falso. Durante su experimento, se expusieron 33 whiskys de Estados Unidos, Escocia e Irlanda a una serie de colorantes fluorescentes, referidos como «lenguas», señalaban el tiempo de añejado, el área de origen y el sabor, características que generan un patrón único para cada bebida.