Médicos Sin Fronteras (MSF) exigió hoy la creación de un comité independiente que administre las dosis de vacunación disponibles contra el ébola en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), tras denunciar un «ritmo demasiado lento» y falta de transparencia.
«El ritmo de las actividades de vacunación es demasiado lento y solo una fracción de la población elegible se beneficia de esta herramienta crítica», reprochó hoy MSF en un comunicado en el que especifica que se podrían vacunar entre 2.000 a 2.500 personas al día, en lugar de la tasa actual de 500 a 1.000 vacunados diarios.
«La OMS (Organización Mundial de la Salud) está restringiendo las dosis sobre el terreno y los criterios de elegibilidad para que las personas sean vacunadas por razones que no están claras», detalla en el texto la directora de operaciones de MSF, Isabelle Defourny.
Desde agosto de 2018, 2.115 personas han muerto a causa de esta enfermedad -2.004 de ellas confirmadas- entre un total de 3.164 casos, 3.053 de los cuales han dado positivo en laboratorio, según los últimos datos oficiales a fecha de 22 de septiembre.
MSF denuncia que la tasa de mortalidad promedio de este brote alcanza el 67 %, muy similar a la de la epidemia de ébola más mortífera de la historia que sufrió África occidental en 2014-2016, cuando ni los tratamientos actuales ni las vacunas experimentales estaban disponibles.
«Los expertos en ébola recomiendan vacunar entre 150 y 200 contactos por cada paciente positivo. Con (más de) un total de 3.150 casos confirmados hasta el momento, entre 450.000 y 600.000 personas deberían haber sido vacunadas, más del doble del número actual de 225.000», critica MSF.
Autoridades sanitarias de la RDC dieron luz verde hoy al uso a partir de mediados de octubre de una segunda vacuna experimental contra el ébola – fabricada por Johnson & Johnson – que complementará los esfuerzos logrados por la vacuna actual rVSV-ZEBOV, altamente efectiva y de la farmacéutica Merck.
«El tiempo es esencial en cualquier epidemia: los equipos médicos deberían poder proporcionar rápidamente tratamientos o vacunas en función de lo que observan sobre el terreno», denuncia por su parte la coordinadora de emergencias de MSF, Natalie Roberts.
«Pero nuestra capacidad de realizar evaluaciones a tiempo real y reaccionar en consecuencia se ve gravemente socavada por un sistema rígido difícil de comprender», continúa Roberts.
MSF aboga por la creación urgente de un comité de coordinación internacional independiente que reúna a las partes implicadas en el control de este brote, fomente la transparencia en la gestión de existencias, el diálogo con los fabricantes y garantice que la vacuna llega a todas las personas con mayor riesgo de exposición. EFE