El Gobierno noruego presentó este miércoles un plan de reapertura escalonado para levantar de forma progresiva la mayoría de las restricciones fijadas por la pandemia de covid-19 y volver a la normalidad en julio.
El plan, que se empezará a implementar como muy pronto en dos semanas, carece de fechas fijas y establece un período de transición entre las fases, además de estar subordinado a la evolución epidemiológica.
«Lo haremos de forma escalonada y controlada. Cuando demos un paso esperaremos por regla general tres semanas antes del siguiente. Si vemos que es seguro y que no sube el contagio, avanzaremos al próximo punto del plan», dijo en el Parlamento la primera ministra conservadora, Erna Solberg.
Estaba previsto que el plan fuese presentado antes de Semana Santa, pero la tercera ola de coronavirus precipitada por las nuevas variantes provocó que el Gobierno endureciera las restricciones el mes pasado, prohibiendo la venta de alcohol en la restauración y la actividad deportiva y de tiempo libre para adultos.
Escuelas e institutos aplicarán de forma inmediata una estrategia de test continua de alumnos y profesores, explicó Solberg, que mantendrá hasta junio la recomendación de no viajar al extranjero y espera que los turistas puedan visitar Noruega a partir de agosto.
RESTAURACION Y UNIVERSIDADES
La primera fase incluirá la venta de alcohol en la restauración hasta las 22 horas y hasta cien personas sentadas en eventos en interiores, o hasta 200 en exteriores.
En la segunda se permitirá la enseñanza presencial en ciclos de formación profesional y universidades y servir alcohol hasta medianoche, mientras que en la tercera se restablecerán los horarios normales en restaurantes y bares.
La última fase supondrá la eliminación de casi todas las restricciones, aunque se mantendrán límites de público en eventos y otras actividades de tiempo libre, así como la recomendación de mantener un metro de distancia social.
El Gobierno noruego trabaja también en la elaboración de un certificado para las personas que hayan sido vacunadas contra la covid-19 o tengan inmunidad por haber pasado la enfermedad.
Tras ser uno de los países europeos menos afectados en las dos primeras olas, la situación empeoró el mes pasado en Noruega y, según las últimas cifras del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), la incidencia en los últimos 14 días es de 236,70 nuevos casos por 100.000 habitantes.
Noruega mantiene aun así una de las tasas de mortalidad por covid-19 más bajas del continente, con 12,72 por 100.000 personas. EFE