Las autoridades sanitarias de Portugal registraron en las últimas 24 horas 3.299 contagios, el segundo peor día de la pandemia, y 28 muertes por coronavirus.
Según el último boletín de la Dirección General de Salud (DGS), en total el país suma 2.371 fallecimientos y 124.432 infecciones desde que comenzaron a detectarse casos en Portugal.
Dos tercios de los nuevos contagios notificados en la última jornada se dieron en la región Norte, cuya capital es Oporto, donde también se produjeron la mayoría de los decesos (12).
Le sigue la región de Lisboa, con 961 casos del total y siete muertes.
Empeoraron también en las últimas 24 horas las hospitalizaciones, que ascienden ya a un total de 1.747 pacientes con Covid (75 más que el día anterior y un nivel inédito en la pandemia), de los cuales 253 están en cuidados intensivos (13 más).
El Gobierno portugués estima, con cálculos matemáticos basados en la tendencia actual de la curva, que esta misma semana se supere el récord de pacientes Covid en UCIs vivido en la primera ola, que fue de 271 personas.
También espera que para el próximo 4 de noviembre se hayan superado los 3.000 ingresos -con 444 en cuidados intensivos-, lo que supondría un incremento de las hospitalizaciones del 80 % de aquí a una semana.
Ante estas proyecciones, los hospitales han empezado a buscar formas de liberar camas, al tiempo que advierten de que, de seguir esta tendencia, habrá que reprogramar cirugías e incluso estaría comprometida la atención a pacientes no Covid en cuidados intensivos.
Mientras, Portugal se encamina hacia unos días de nuevas restricciones para intentar trabar la escalada de curva.
Una de ellas, el uso de mascarilla en la calle, será obligatoria a partir de mañana miércoles, una vez que ha sido hoy publicada en el oficial «Diário de la República».
Además, a las 00.00 horas del próximo día 30 entrará en vigor la prohibición de circular entre municipios, vigente hasta las 06.00 del día 3 de noviembre, para así limitar las reuniones durante el fin de semana de Todos los Santos, donde el luto puede complicar el objetivo de mantener la distancia social.
La medida ha generado cierta controversia en Portugal por algunas de las excepciones que prevé, tales como permitir el desplazamiento para asistir a espectáculos culturales si es en concejos limítrofes, algo que ha levantado dudas, dada la presión creciente que están soportando los hospitales lusos. EFE