El Gobierno rojiverde sueco anunció este jueves su intención de prolongar hasta el 31 de enero la ley epidémica aprobada a principios de este año y que ha permitido introducir limitaciones de horario y aforo en lugares públicos, instalaciones deportivas y culturales, así como la cobertura legal para establecer restricciones en la restauración.
«No significa que se vayan a prolongar las restricciones, sino que tendremos la posibilidad de introducirlas si fuese necesario», dijo en conferencia de prensa el primer ministro socialdemócrata, Stefan Löfven.
Löfven resaltó que la pandemia continúa y que aunque la vacunación avanza a buen ritmo, el contagio ha vuelto a subir y ya no está en niveles bajos.
La incidencia de nuevos casos en los últimos 14 días se sitúa ahora en 78 por 100.000 habitantes, después de que el contagio subiera un 33 % la semana pasada respecto a la precedente.
El empeoramiento de la situación epidémica no implica que se vaya a paralizar la desescalada iniciada en junio, aunque las autoridades suecas tampoco pueden asegurar que la fase 4 se vaya a implementar en septiembre, como estaba previsto.
«Ahora mismo tenemos bajas cifras de muertes, pero también vemos que aumenta el contagio. Seguiremos la evolución atentamente e informaremos con tiempo. Con la situación actual no se puede decir si será posible», declaró en la misma comparecencia la ministra de Asuntos Sociales, Lena Hallengren, en referencia a la siguiente fase.
Suecia eliminó a mediados de julio las restricciones en transporte colectivo y relajó las limitaciones al número de personas permitido en reuniones públicas, que deberían ser eliminadas completamente en la quinta y última fase, sin fecha todavía.
EL MÁS AFECTADO DE LOS PAÍSES NÓRDICOS
El que es el país nórdico más castigado por la pandemia de coronavirus optó durante la primera ola por una línea más laxa con muchas recomendaciones y alguna restricción.
Las autoridades suecas introdujeron sin embargo más restricciones a partir del otoño pasado, coincidiendo con la segunda ola, aunque menos duras que la mayoría de países europeos, y aprobaron una ley epidémica temporal el 8 de enero.
La tasa de mortalidad sueca por covid-19 es de 142,51 por 100.000 habitantes, tres veces más que Dinamarca y ocho que Finlandia y Noruega, pero por debajo de la de países como Italia, el Reino Unido, España, Portugal y Francia.
El 80,7 % de la población diana ha recibido la primera dosis de la vacuna, mientras el 57,6 % ha completado el proceso de vacunación, según los últimos datos difundidos hoy por la Agencia de Salud Pública (FHOM).
Con información de Efe