Un campo hidrotermal ha sido descubierto en las portuguesas islas Azores por parte de la expedición Océano Azul, organizada por instituciones lusas y liderada por científicos y medios del país.
Las zonas de campos hidrotermales son espacios «donde emergen fluidos calientes frecuentemente relacionados con el vulcanismo, ricos en minerales que crean condiciones para el desarrollo de un ecosistema único que no depende de la luz solar», explicó en un comunicado el coordinador del equipo de la expedición, Telmo Morato.
El hallazgo se encuentra a 570 metros de profundidad, ubicado en el monte submarino llamado «Gigante», situado a 60 millas de la isla de Faial, en el oeste del archipiélago de las Azores.
Se trata de «la primera vez» que una expedición de estas características «localiza un campo hidrotermal en aguas profundas» en territorio marítimo luso, indica el comunicado de Fundación Océano Azul, responsable del proyecto.
El líder de la expedición, Emanuel Gonçalves, destacó en una entrevista concedida a la fundación que esta exploración es la más completa que se haya realizado en la zona hasta la fecha.
El descubrimiento se realizó a través de la inmersión de un robot, que pudo filmar algunas de las chimeneas que expulsan agua en el monte submarino Gigante.
«Hasta el momento, solo se han conocido siete campos hidrotermales en las Azores y este es el menos profundo de todos», afirmó Gonçalves.
El experto aseguró que este descubrimiento aporta «innumerables perspectivas de investigación» y permite explorar este tipo de ecosistemas, a los que calificó como «únicos en el mundo».
«Estos ecosistemas hidrotermales son muy importantes porque tienen un conjunto de organismos que están adaptados a condiciones extremas. Son, por un lado, lo que pensamos que existía cuando la vida se originó en la Tierra; y por otro, nos dan pistas sobre cómo buscar vida en otros planetas», apuntó.
Gonçalves subrayó además la importancia de conservar este tipo de ecosistemas, a los que consideró como «extremadamente frágiles».
La expedición ha sido organizada por la Fundación Océano Azul en colaboración con la Fundación Waitt, el proyecto para la conservación de los océanos Pristine Seas de National Geographic y diferentes instituciones portuguesas.
La investigación tiene como objetivo explorar zonas aún poco conocidas del archipiélago de las Azores y promover la conservación de la biodiversidad marítima.
Desde National Geographic, Paul Rose calificó el descubrimiento como «una gran noticia».
«Es como ir andando por el Himalaya y descubrir un nuevo Everest», sentenció. EFE